Ah, me tome la libertad de titularlo ya que no tenia titulo el mail y de añadirle una imagen de despedida. Espero que no te moleste y
gracias por compartirlo conmigo y con tod@s.
Hace unos
dias sali de la oficina y me fui a mi pequeño piso de soltero. Había sido un
dia como cualquier otro, aburrido incluso. No me apetecia llegar a casa la
verdad, porque después la noche se hace muy larga asi que me acerque a una
cafetería al lado de caso, aparque el coche y me sente en la terraza. Como aun
queda algo de verano la mayoría de mesas estaban ocupadas pero encontré una
para mi. Me sente y le pedi a la camarera lo que ella sabe que siempre me tomo,
una tónica, 1724, una marca que no se encuentra en todos sitios y que es mi
preferida, ya que combina a la perfecccion el dulce y el amargo, con unas finas
burbujas. Estuve un rato ojeando la prensa y la terraza se fue vaciando de
gente a la vez que unos negros nubarrones iban poblando el cielo que empezaba a
oscurecer ya al irse acabando el dia. La temperatura era muy agradable, ya no
hacia tanto calor y me pedi alguna cosa para picar y asi no tener que hacer
nada para cenar, la cocina no es mi fuerte la verdad. La camarera me lo sirvió
al cabo de unos minutos y la verdad es que lo devore, hacia horas que había
comido ya. Iba a pedirme un café con hielo cuando unas finas gotas empezaron a
caer, y a esas finas gotas les siguieron otras no tan finas y poco después
millones de gotas gordas estaban cayendo,aquello parecía el diluvio, cogi mi
americana y entre corriendo a la cafetería, dentro solo estaba la camarera y en
la terraza ya no quedaba nadie. Me sente en la barra, y pedi mi café. Empece a
hablar con Raquel, asi se llama la camarera y estuvimos un buen rato asi, ya
que ella con la que estaba cayendo tampoco tenia mas clientes que yo. Al cabo
de un rato la lluvia aflojo un poco y ella aprovecho para recoger la terraza y
yo segui ojeando algunos diarios. Cuando Raquel volvió seguimos charlando. Aun
no era la hora de cerrar pero en vistas de la afluencia de publico me dijo que
no tuviera prisa pero que ella iba a ir bajando la persiana para asi cerrar a
su hora por una vez y yo volvi de nuevo a mi lectura. Oi la persiana bajarse y
segui leyendo y apurando mi café mientras Raquel seguía dejándolo todo listo
para el dia siguiente y entonces ella se subió a un taburete, de rodillas para
alcanzar unas llaves que estaban al otro lado de la barra y aun no se como hice
lo que hice pero lo cierto es que lo hice. Puse mi mano en su culo, y lo
acaricie, ella llevaba puestas unas mallas negras ajustadas, y acaricie todo su
culo, todo paso en decimas de segundo, ella me miro y no dijo nada, y yo segui
acariciando su culo. Raquel no es muy alta, pelo castaño y unos buenos y firmes
pechos que a menudo muestran un generoso escote, solo nos conocemos de la
cafetería, de tomar algo a menudo pero no somos amigos. Segui acariciando su
culo, y ella seguía de rodillas, sobre el taburete, me estaba poniendo muy
caliente, y me levante de mi taburete y me puse detrás de ella y segui
acariciando su culo con toda mi mano, lentamente, y entonces ella me miro, por
encima de su hombro, de rodillas en el taburete y entonces yo empece a bajar mi
mano, pasando mis dedos por la raja de su culo hasta llegar a su sexo, cuando
lo toque ella dio un respingo, de gusto y entonces empece a pasar mis dedos por
su puente mientras ella se frotaba contra ellos al sentir como yo los movia
entre sus piernas y las separo un poco mas ofreciéndome todo su coñito para mis
dedos y lo acepte encantado y empece a frotárselo mas fuerte y mas rápido, ella
gemia de gusto y eso aun me puso mas cachondo la verdad, oírla era muy
excitante y entonces se abrió mas de piernas aun, poniendo cada pierna en un
taburete y entonces le baje las mallas, dejando su culo al aire, delante de mi
y yo entre sus piernas, llevaba un tanga blanco y lo retire y empece a pasar
mis dedos por em medio de la raja de su culo y bajadolos de nuevo hasta su
coñito. Cuando lo toque estaba empapado ya igual que yo, y empece a frotárselo
fuerte y rápido de nuevo, ella no decía nada, no hablaba, solo gemia y jadeaba
del gusto que le estaba dando y entonces me agache y empece a lamerle el culo,
a estimulárselo y mojárselo bien, a esa alturas dos de mis dedos ya estaban
dentro de ella y mi lengua en su culo, y mi polla estaba inmensa dentro de mi
pantalón. Sin dejar de lamer su culo y follarme su coño con mis dedos
desabroche mi pantalón y lo deje caer al suelo, me quite los náuticos y baje mi
bóxer también y ella no hacia mas que gemir. Desnudo de cintura para abajo le
dije, - chúpame la polla ahora – y ella se bajo del taburete y se puso a cuatro
patas y empezó a chupármela, se la metia entera en la boca y la chupaba, y yo
la veía, mirándome y chupando mi polla, a cuatro patas, con sus mallas bajadas
y con su tanga medio arrancado, se la veía disfrutar con mi polla en su boca y
empezó a hacerme una paja mientras lamia el capullo de mi polla y con la mano que
tenia libre ella también se estaba haciendo una paja, a los dos nos faltaba el
aire de tan cachondos que estábamos y entonces la puse en pie la apoye sobre un
taburete y le separe las piernas con las mias, y empece a pasarle mi polla por
entre la raja de su culo, empece a mojarle todo el culo porque mi polla estaba
chorreando, empece a hacerme una paja yo mismo contra sus nalgas mientras que
mojaba uno de mis dedos en el flujo que yo mismo había esparcido en sus nalgas
y lo mojaba también en su coño y entonces empece a meterle un dedo por el culo,
lentamente, lo notaba como se iba abriendo, para mi, por mi, y ella seguía
frotando su clítoris y metiéndose dos dedos dentro de su coñito, y cuando tuve
su culo bien lubricado cogi mi polla y empece a metérsela por el culo, ella
entonces separaba sus nalgas con sus dos manos, lo abria para mi polla, y
empece a follarmela, primero entro mi capullo, lentamente, y ella suspiraba de
gusto, de morbo, y poco a poco toda mi polla entro en su culo y una vez dentro
empece a embestirla, primero poco a poco y después mas fuerte y rápido, ella
solo suspiraba y me pedia mas, y eso me ponía ma caliente aun. Mientras me la
follaba por el culo le meti dos dedos en su coñito y ella seguía frotando su
clítoris, los dos estábamos como motos y queríamos mas aun los dos. Estuvimos
no se cuantos minutos asi, yo dentro de su culo y entonces la puse de pie de
nuevo, la subi a la barra, le arranque las mallas y el tanga y la abri de
piernas y me puse a comerme ese coño tan caliente, y ella se movio, cogió una
tónica de mi marca de la barra y la derramo sobre su coño, yo lamia, y el sabor
amargo de la tónica se mezclaba con el sabor salado de su coño, se lo lamia
mientras la follaba con mis dedos, ella estaba muerta de gusto, y yo muerto de calor.
Ella cogía sus tetas, las amasaba, pellizcaba sus pezones, y llevaba su lengua
hasta ellos y yo lo veía mientras no dejaba de lamer su coño y follarmelo con
mis dedos. Y entonces subi a la barra, me puse de rodillas entre sus piernas y
se la meti, le meti mi polla hasta las entrañas de su coñito, sentía como
apretaba los musculos de su coñito para sentir aun mas mi polla, que estaba
inmensa y deseando darle mi leche y empece a clavársela, sin compasión, y ella
apretaba contra mi, para sentirla aun mas. Los dos lamiamos sus tetas, yo
mordía sus pezones y ella mientras yo me follaba su coñito no dejaba de
frotárselo, estaba muy cachonda, necesitaba correrse, y yo también. Y seguimos
empujando fuerte, los dos, yo contra ella y ella contra mi y entre gemidos y
jadeos se corrió, gritando como nunca he oído a nadie gritar al correrse y
moviéndose aun al haberse corrido para seguir sintiéndome y teniendo mas placer
aun y entonces saque mi polla de su coño y empece a frotarla lentamente contra
su clítoris hasta correrme, mi leche salpico todo su cuerpo, su coño y sus
tetas, y llego hasta su cara, y ella se relamía mi leche con su lengua y
esparcía la de sus pechos con sus manos frotándolos y tomo mi polla con su
mano, para sacar de mi hasta la ultima gota.
Después de
eso me ofreció otra tónica, y me dijo que si siempre que quería picar algo lo
hacia asi que fuera a su cafetería siempre, que estaba invitado.
Nos
vestimos, y por primera vez en toda la noche nos dimos un beso, de despedida y
me fui a casa, bien cenado, y bien servido.
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