miércoles, 28 de mayo de 2014
" el regalo "
La primera
vez que use un juguete no se me olvidara nunca, lo recuerdo como si fuera ayer,
era el dia de la verbena de San Juan, y aunque debería haber sido por la noche,
después de una buena cena entre amigos fue unas cuantas horas antes o mejor
dicho la primera vez de ese día fue unas cuantas horas antes. Fui a casa de mi
novio, bueno por aquel entonces aún no era mi novio, todo y que acabo siéndolo, fui a verlo antes
de ir a trabajar, por la mañana, y
desayunamos en su casa. Estábamos desayunando cuando me dio un paquete, no era
muy grande, envuelto en un bonito papel de regalo, rosa brillante lo abri
y…sorpresa, era un pequeño vibrador, verde y estriado, sencillo, no
extremadamente sofisticado como algunos que por aquel entonces había mirado en
alguna pagina web de algún sex shop. El y yo habíamos hablado en ocasiones de
adquirir algún juguete que sumar a nuestras relaciones pero siempre se había
quedado en eso, en hablar, yo por aquel entonces nunca me había atrevido a
entrar a un sex shop a preguntar y menos aun a comprar. Como ya he dicho era
verano, y hacia calor así que me había quedado en ropa interior y una camiseta
de tirantes. Estábamos en el sofá, riéndonos de su ocurrencia de regalo, yo
estaba sentada con las piernas cruzadas sobre el sofá y el a mi lado y ahí
empezó todo, como una tontería, El lo puso en marcha y me empujo, de manera que
mi espalda cayó sobre el brazo del sofá y descruzo mis piernas y empezó a pasar
el vibrador sobre mi sexo, lentamente sobre mi pequeño tanga
blanco-transparente.
Yo
alucinaba, solo hacia unos segundos que lo pasaba sobre mi sexo y ya estaba
super excitada.
--- Sera
mejor que pares!!! Esta noche después de la verbena lo acabamos de estrenar… --
Pero él
sonriendo y mirándome a los ojos no dejaba de pasar el vibrador sobre mi tanga
y mi coñito rasurado.
A mi me
faltaba el aire…suspiraba de placer, cada vez mas cachonda. Mire entre mi
piernas, y vi ese vibrador, solo pasando por encima de mi coñito y como me
estaba volviendo loca de gusto. No quise ni imaginar lo que seria que me
follara con él ni que me lo pasara por encima de mi clítoris sin el tanga
porque creo que me habría corrido solo de pensarlo. Yo seguía mirando mi coñito
bajo el tanga y lo veía como iba empapando el tejido y mi novio alternaba su
mirada entre mi coñito mojado y mis ojos, disfrutando con la excitación que
estaba consiguiendo.
Yo empezaba
a estar realmente cachonda. Y empezaba a creer que tal vez no era necesario
esperar a la noche… Me quite la
camiseta, dejando mis pechos libres, mis pezones estaban como piedras y empece
a amasarlos mientras yo miraba a mi novio sabiendo lo mucho que a él pone
cachondo eso, y a mi también la verdad. Segui amasándolos, hasta que no pude
más y con las yemas de mis dedos separe mi tanga mojado y él metió en dentro de
mi tanga la punta del vibrador. Lo separe más aun dejando todo mi sexo visible,
y él aternando su mirada a mi cara de vicio, a mis tetas y a mi coñito empezó a
pasar ese juguete celestial sobre mi sexo directamente. Poco a poco lo fue
apretando más al pasarlo sobre mi clítoris, hasta que decidió no torturarme
más. Me quito el tanga y me abrió de piernas más aun, completamente desnuda ya.
Me miro, y acerco mi tanga empapado a su cara, lo olio, y después lo lamio. Esa
imagen me puso tan cachonda…aun hoy recuerdo esa imagen y me mojo… Despues me
miro, a los ojos, y me mostro el vibrador, en el aire y me dijo – lo quieres? –
Yo suspire y
le dije – por favor…si!!! –
Y entonces
acerco su mano a mi cara, con el tanga abierto en ella, y lo puso ante mi boca.
--- Si de
verdad lo quieres….demuestramelo… --
Y eso me
puso más cachonda aun. Su provocación…
Empece a
lamer mi tanga, que estaba empapado de mi flujo, el olor de mi sexo me
emborrachaba de deseo, de deseo de placer, y sabia a gloria, sabia a mi, a mi
placer. Mientras yo lamia el tanga sintiéndome como una perra cachondisima él
empezó a pasar el vibrador por mi coñito, presionando sobre el, desde mi pubis
llegando hasta mi culo. Y entonces lo sentí resbalar dentro de mi. Sentí como
el vibrador resbalaba dentro de mi sexo, dentro de mi coñito. Lo fue metiendo y
sacando, sin parar, lentamente y en marcha. Sentía cada nervio de mi cuerpo
tensarse, sentía mi cuerpo y mi mente pidiéndome que me corriera, diciéndome
desde dentro de mi alma que poco aguantaría de lo caliente que estaba. Y
entonces dejando parte del vibrador dentro de mi lo coloco de tal manera que
otra parte presionaba sobre mi clítoris.
El
paraíso!!!
Sentía un
placer inconmensurable. Mis jadeos y mis gemidos llenaban el piso de mi novio o
tal vez de todo el edificio. Mis manos apretaban mis tetas y mietras el no
paraba de jugar conmigo y con el vibrador, sus dos juguetes en ese momento.
Y me
corri!!!
Me corri
retorciéndome entre espasmos de placer. Mi cuerpo se retorció de placer. Y aun
después de haberme corrido me segui retorciendo de placer…
Mi novio me
miraba, en silencio, pasando minutos en los que yo recuperaba la respiración.
Y si, no
sufráis, me levante del sofá, me puse de rodillas en el suelo delante de él y
se la comí. Le quite el bóxer que llevaba empapado y que escondía una polla que
estaba durísima y mojada y tan apetecible… Se la comí sin parar. Sin darle
tregua, después de mi corrida quería que la de él estuviera a la altura, y lo
estuvo. Me la meti entera en la boca y no pare de comérsela mientras mi mano le
hacia una paja también hasta que no pudo más y exploto. Exploto y me dio toda
su leche, esta vez entre sus jadeos.
Si, sus
vecinos deben de estar entretenidos con nosotros dos.
Después de
asearnos y vestirnos, y cuando estaba ya apunto de irme a trabajar, y después
de haber quedado en celebrar la verbena con unos amigos me dijo…
--- Espera
un momento, tengo algo para ti, para que te lo vistas esta noche –
Pense que
seria una camiseta o un vestido pero era una caja pequeña. La abri y…sorpresa…
eran unas bolas chinas.
Cogí la
caja, le di un beso, me despedí y me fui a trabajar. Al salir del trabajo pase
por casa, ducha rápida, ropa comoda y a la verbena de fiesta, y si, las vesti
también, mis nuevas bolas chinas…
Cuando nos
encontramos en casa de nuestros amigos me lo pregunto…
--- Las
llevas? –
--- Lo
dudas? – dije yo con un guiño
Y sentí como
se ponía caliente por momentos…
Me beso en
la mejilla, delante de todos nuestros amigos y me dijo en un susurro…
--- Estoy
deseando llegar a casa y volver a jugar… --
No pude
contestar ya que nos hicieron sentar a la mesa a cenar pero mi cuerpo me
contesto a mi misma… mi coñito volvia a estar mojado…
Desde ese
dia de la verbena de San Juan nuestra “ludoteca” ha ido aumentando, y es algo
que recomiendo. Es genial ir descubriendo cosas nuevas, sensaciones nuevas y
sentimientos nuevos. Nosotros dos podemos dar fe…
martes, 27 de mayo de 2014
lunes, 26 de mayo de 2014
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