Habia sido
otro viaje relámpago, uno como tantos de los que hacia cada semana ida y vuelta
a Madrid en un mismo dia. Cada semana tenia que ir a visitar al mejor cliente
de su empresa ya que ellos lo habían pedido asi, no querían videoconferencias
ni llamadas para los pedido importantes y por eso ella, Maribel tenia que ir
una vez por semana a visitarlos.
Su vuelo
acababa de llegar al aeropuerto de El Prat en Barcelona, eran las 9 de la
noche, por lo menos había llegado puntual, ahora un taxi y para casa a cenar
algo y a descansar.
Se disponía
a salir de las zona de llegadas cuando una mujer policía uniformada le pidió
muy amablemente que la acompañara, para unas preguntas de pura formalidad.
Maribel la acompaño a regañadientes, estaba deseando llegar a casa y ahora
llegaría mas tarde aunque solo fueran diez minutos de preguntas. Pasaron a un
pequeño despacho, dejando tras la puerta a dos policías uniformados también al
otro lado de la puerta. La mujer policía se presento, era la oficial al mando
en esos momentos en el aeropuerto, y solo quería hacerle unas preguntas. Empezó
a preguntarle por el motivo de su viaje, cual fue su destino, con quien se
había reunido, preguntas sencillas pero que estaban empezando a molestar a
Maribel todo y que las fue contestando todas procurando no evidenciar su
creciente enfado. La cosa se puso peor cuando la agente le pidió a Maribel que
vaciara el contenido de su bolso. Lo hizo, pero ya sin disimular su aumentado
enfado, lo vacio todo y la agente lo fue comprobando todo. Tras haberlo
revisado todo se hizo un silencio y Maribel le dijo a la agente, -- Puedo irme
ya a mi casa?, estoy cansada y deseando llegar y quitarme estos zapatos que me
están matando –
-- Todavía
no, pase a la habitación de aquí al lado y desnudese, del todo –
-- como?, de
eso nada, quiero que llamen a mi abogado y que nos digan que demonios es todo
esto –
-- todo a su
tiempo, primero obedezca, después llamaremos a quien usted quiera – contesto la
agente de malas maneras, y se levanto de su silla indicando con un gesto a
Maribel que la siguiera. Pasaron a otra habitación, Maribel seguía a la policía
alucinada por lo que estaba ocurriendo, por el error que estaban cometiendo con
ella, y pensaba en como los abogados de a empresa en la que trabajaba
conseguirían que aquella policía acabara patrullando por las calles de
cualquier pueblucho por lo que le estaba haciendo. Tras pasar Maribel la
primera puerta la agente cerro con llave la sala y abrió con otra llave la
puerta siguiente y al entrar Maribel se quedo muda, acababan de entrar en una
peueña habitación en la que había una pequeña celda con barrotes. Pero nos
hemos vueltos locos? Esto que es? Pensaba Maribel sin ser capaz de articular
palabra.
-- Bien
desnudese, ahora volveré para cachearla – le dijo antes de abandonar la
habitación.
Maribel se
quedo en silencio, el pánico se había apoderado de ella pero no pensaba dejar
que las lagrimas que peleaban por salir de sus ojos se escaparan de ellos.
Estaba obsevando la sala, parede blancas, ni una ventana, parecía insonorizada
y la pequeña celda en uno de los lados, una celda de esas que solo había visto
en las películas, con barrotes y una pequeña cama y un wáter, por lo menos
estaba limpia, y olia a desinfectante, aunque ella no pensaba pasar un solo
segundo en esa celda, se desnudaría, la cachearían en busca de algún tipo de
droga y cuando descubrieran que todo había sido un error le pedirían mil
excusas para que no pusiera una denuncia y como mucho en una hora mas de lo que
habría sido normal estaría por fin en su casa. Por lo menos no había la típica
ventana con espejo por el lado interno de la habitación como salía en los
interrogatorios de la televisión, desde donde la pudieran espiar ya que se
tenia que quitar la ropa y no había ningún lugar en la pequeña sala donde
esconderse. Se empezó a desnudar y dejo la ropa cuidadosamente sobre la silla
en la que había estado sentada minutos antes y se quedo solo en ropa interior.
Se acaba de volver a calzar sus caros zapatos cuando se abrió la puerta sin
previo aviso y volvió a entrar la mujer policía.
--- Me
parece que no me ha escuchado, le he dicho que se desnudara del todo! –
Maribel
obedeció y dejo sobre la silla su sujetador y su pequeño tanga a conjunto y se
quedo de pie desafiante ante la mujer.
Ella la miro
y mirándola tomo unos guantes de latex de un archivador que había junto a la
mesa que hizo chasquear al ajustárselos en sus manos.
--- Esta
bien, delante de la celda y separe brazos y piernas –
Maribel
volvió a obedecer, se puso de espaldas a la agente, levanto sus brazos y los
separo cogida a los barrotes de la celda y separo sus piernas con sus pies
calzados en sus zapatos.
La mujer
policía empezó a cachearla, primero palpando su pelo, toda su cabellera, para
pasar después a su espalda, su estomago y bajo una de sus manos por su vientre
hasta llegar al pubis de Maribel, que al notar su mano dio un pequeño respingo
y prefirió volver su mirada al techo de la sala. La agente siguió palpando su
pubis, Maribel notaba la mano de esa mujer en su sexo, entre los labios de su
sexo, “ esto no es necesario pensaba Maribel “ mientras sentía esos dedos
extraños pasando sobre su clítoris y entonces empezó a notar el tacto de un
guante de latex amasando su culo mientras la otra mano no dejaba su pubis,
sentía como le palpaba todo el culo hasta que noto como un dedo caliente
penetraba lentamente su ano, se quería morir, se sentía violada, pero no solto
una palabra y seguía mirando al techo mientras el dedo del pubis penetraba en
ese momento también su sexo a la vez que el otro dedo penetraba su culo.
Por fin los
dos dedos salieron de dentro de Maribel y la policía empezó a palpar sus
piernas hasta llegar a sus pies, la descalzo y finalmente se separo de ella y
le dijo – esta bien, ahora una radiografia, pongase tras ese panel transparente
–
--- No es
necesario, protesto Maribel, no llevo nada, se han vuelto locos? –
Y la mujer
policía contesto – si si, eso dicen todos –
Maribel solo
podía obedecer asi que lo hizo y en unos minutos le hizo dos radiografias.
--- Esta
bien, ahora entre a la celda hasta que tengamos los resultados de estas placas,
como mucho serán un par de horas solo –
--- Como?
Grito enérgicamente Maribel, si se cree que voy a esperar aquí hasta que usted
quiera esta usted muy equivocada, tengo derechos y usted los ha incumplido
todos –
--- Diga lo
que quiera pero esto no cambiara nada, entre en esa celda –
Maribel se
dirigió a por la ropa de la silla y la agente le dijo – a donde se cree que va?
Entre a la celda desnuda, ya! –
Maribel a
punto de romper a llorar obedeció de nuevo y entro a la celda.
Detrás de
ella le cerro la puerta con barrotes con llave, se sentía como un animal
enjaulado, desnuda y encerrada.
Se sento en
la pequeña cama y no quería ni mirar a la policía y entonces cayo a su lado una
pequeña bata blanca que le lanzo la policía a través de los barrotes, --
póngasela sino quiere coger frio--, --muy considerado por su parte – dijo
Maribel de malas maneras e irónicamente sin mirar si quiera a la cara a la
policía y en ese momento oyo cerrarse la puerta de la sala de interrogatorio,
estaba sola de nuevo.
Se puso en
pie, y se vistió a bata, era como una bata de hospital, blanca y corta y se
estiro de lado en la cama.
No sabia
cuanto rato había pasado cuando un ruido la sobresalto, se había quedado
traspuesta tumbada en el camastro de la celda. Abrió los ojos de golpe y vio en
pie a la mujer policía, junto a los barrotes, llevaba una porra con la que
había golpeado los barrotes para despertarla de golpe. Se puso en pie y se
acerco a ella, -- Puedo salir ya? No se de que va todo esto –
--- Yo le
dire cuando puede salir – contesto la agente. --- Digame, no tiene nada que
contarnos? Nada que declarar de nada? –
--- Ya se lo
he dicho, no se de que va todo esto, yo no he hecho nada, vengo de trabajar en
Madrid donde he ido a una reunión pero no he hecho nada ilegal, se lo juro! –
dijo Maribel.
La siguiente
pregunta dejo a Maribel sin habla, -- Digame, le excita esta situación? A mi
si, me gusta verla ahí indefensa, medio desnuda, usted que fuera de aquí se
debe comer el mundo y ahora esta a mi merced –
--- Esta
usted loca? Le aseguro que cuando salga de aquí acabare con su carrera, tendrá
que irse usted a alguna republica bananera muy lejos de aquí! – dijo Maribel
enrojecida.
--- Ah si?
Vaya, que miedo. Pongase a cuatro patas y venga aquí!-, le dijo la agente
mientras con la porra le indicaba donde tenia que ponerse.
Maribel no
sabia que estaba pasando, y sin saber porque lo hizo, se puso de rodillas
primero, a cuatro patas después y gateo hasta los barrotes donde estaba la
mujer, se paro ante ella, mirándola desde abajo, no sabia si aquello era una
pesadilla, era una locura, tal vez en unos minutos se despertaría y todo
quedaría en eso, en un mal sueño. Miro a través de los barrotes, desde abajo, y
vio como la mujer acercaba su porra a su cara, lentamente, cada vez mas cerca,
hasta que llego a tocarla, toco su cabellera, toco con la porra su mejilla y
lentamente acerco la punta de su porra hasta su boca, rozando sus labios,
Maribel, sin saber que es lo que estaba haciendo empezó a lamer la punta de esa
porra que tenia frente a su boca, no sabia que es lo que estaba haciendo, acaso
se había vuelto loca ella también? O tal vez su subconsciente la hacia lamer
esa porra para conseguir la benevolencia de su captora? No sabia que
contestarse dentro de su cabeza. Lamia la porra, una y otra vez, y la mujer
empezó a apretar la porra contra sus labios y Maribel entonces empezó a
chuparla, empezó a chupar la porra como si fuera un falo con vida propia cuando
oyo que a mujer le decía – Ya has contestado a mi pregunta, esto te excita
tanto como mi, sigue, sigue lamiendo y
chupando esta porra como una perra! “. Cuando Maribel oyo eso dejo de chupar y
lamer, se puso en pie y se sento en una esquina de la celda dándole la espalda
a la mujer.
--- Esta
bien, engáñese a si misma. Quitese la bata y démela –
Maribel
estallo,-- Y una mierda, que coño es esto? Quiero hacer una llamada, la voy a
hundir! –
La mujer
policía sonrio y le dijo, -- Muy bien, haga lo que tenga que hacer pero deme
esa bata –
Maribel se
la arranco con rabia y se la lanzo a la cara pero los barrotes evitaron el
golpe, sonriendo la mujer la recogió del suelo de la celda y salió de nuevo de
la sala.
Maribel
estaba rabiosa, iracunda, se puso a caminar a grandes pasos por la pequeña
celda hasta que decidió sentarse antes de volverse loca. Quien era esa mujer?
Que se pensaba que era ella? Pero en su fuero interno algo le preocupaba mas
aun tal vez, tendría razón esa mujer cuando le dijo que ella también estaba
excitada sintiéndose indefensa?, no, eso no era posible, o si?
Paso una
media hora y se volvió a abrir la puerta y la misma visita que con
anterioridad, la mujer policía.
Entro a la
sala, movio sus manos tras su cinturón del uniforme y saco unas esposas, las
tiro al suelo de la celda y le dijo a Maribel, -- póngaselas –
--- Que?,
porque? No he hecho nada? Acaso se cree que soy peligrosa? Cree que me voy a
escapar desnuda en medio de un aeropuerto? –
--- Cualquier
precaucion es poca – dijo sonriendo de nuevo la mujer, -- Pongaselas –
Maribel
estaba tan desesperada que cogió las esposas y se las puso y las cerro y
levantando los brazos le dijo, -- Le parece bien asi? O prefiere ponerme
también unas cadenas?
--- No será
necesario – y mientras decía eso cogió a través de los barrotes las esposas y
las ato a uno de los barrotes.
--- Pero que
hace? –
La mujer
abrió entonces la puerta de la celda y entro. Maribel estaba esposada, a uno de
los barrotes y desnuda completamente.
--- Creo que
debería volver a cachearla –
Se puso
detrás de Maribel, y esta vez no llevaba guantes de latex para hacer
inspecciones.
--- Pero que
hace? Se ha vuelto loca? –
Pero la
mujer no contestaba, estaba detrás de ella, y empezó a acaricarle el pelo
primero, y después empezó a acariciarle el cuello. Entonces le puso la porra de
nuevo, cerca de su mejilla, y empezó a acaricarla con ella, la mejilla primero
y después fue acercándola a su boca de nuevo, y le dijo, -- chupala –
--- No! –
dijo Maribel
--- Te he
dicho que la chupes! –
Y Maribel
empezó a lamerla, y a chuparla.
La policía
entonces le retiro la porra de su boca, y empezó a recorrer con ella su
espalda, Maribel notaba la porra mojada en su saliva como paseaba por su
espalda y como iba bajando lentamente por su cuerpo, llego hasta su cintura y
siguió bajando, recorrió sus nalgas y paso entre sus nalgas, la notaba
resbalando entre ellas y no se detenia, siguió bajando hasta que Maribel noto
como tenia la porra de esa mujer justo a las puertas de su sexo, entre sus
piernas, desde atrás, y noto como ejercía presión con ella en su sexo, y sintió
como la punta de la porra la penetraba, lentamente, sentía como iba entrando
poco a poco, sentía como su cuerpo se iba adaptando, como su sexo y su interior
iba envolviendo ese objeto que entraba lentamente, Maribel tenia sentimientos
encontrados, por una parte si se hubiera podido liberar de sus esposas se
habría abalanzado a golpear a su captora y por otra parte y aunque su fuero
interno e decía que era una locura sabia que estaba sintiendo placer y eso le
horrorizaba.
Maribel
estaba de espaldas a la puerta de la sala, seguía esposada a los barrotes, oyo
cerrarse la puerta.
--- Vaya
vaya… ---
Maribel
volvió su cara hacia la puerta, y allí había uno de los subordinados de la
mujer policía que aun tenia detrás de si penetrando su sexo con su porra.
--- Veo que
se divierte usted sola jefa y que no nos avisa –
Ese
comentario hizo temblar a Maribel, no podía contar con que ese hombre la
ayudara.
La mujer
seguía detrás de ella, penetrándola lentamente, Maribel sentía su sexo
palpitando, sentía como estaba de mojada, y eso le hacia rabiar, ni podía ni
quería admitir que aquella mujer le estuviera proporcionando placer.
Maribel
miraba hacia el hombre, que seguía en la puerta, a unos pasos de la celda y
horrorizada vio como se frotaba la mano contra la entrepierna del pantalón y
pudo ver la prominente erección que se escondia debajo, sintió miedo y asco
para pasar a sentir pánico y asombro, si es que podía haber algo que aun la
asombrara en esa pesadilla, el policía empezó a desabrochar su pantalón, y
Maribel vio el bóxer blanco que llevaba debajo, estaba mojado, de la excitación
de ver a su superior forzándola a ellacon la porra, pero no se detuvo ahí,
metió su mano en el bóxer y saco todo su miembro de dentro, y empezó a
masturbarse mientras las miraba a las dos. Maribel sintió que le fallaban las
fuerzas, sus piernas se doblaron y acabo de rodillas contra los barrotes, su
captora no sentía piedad por ella, y seguía penetrándola con la porra, ahora de
rodillas también, detrás de ella, y sentía como mientras la penetraba
acariciaba sus pechos y pellizcaba sus pezones, proporcionando un dolor a
Maribel que aunque ella se negaba a aceptar le era placentero a su cuerpo.
Mientras el hombre se había acercado a la celda, apenas a unos centímetros de
los barrotes, y seguía masturbándose, hasta que finalmente metió su mano y su
miembro entre los barrotes, gotas de su sexo duro y húmedo caian dentro, en el
suelo de la celda, y Maribel sin saber porque empezó a lamer el capullo del
policía mientras el lo tenia en su mano y seguía masturbándose, nadie le había
ordenado que lo hiciera en cambio ahí estaba ella, lamiendo la polla de un
policía que se masturbaba mientras la superiora de este la penetraba con una
porra.
--- Asi me
gusta, buena chica… --- dijo la mujer.
El policía
gemia de gusto mientras se hacia una paja y Maribel lamia su capullo.
De repente
Maribel noto algo calido en su ano, se volvió y vio a la mujer separándole con
sus manos su nalgas, abriéndoselas, y estaba lamiendo su culo, sentía como su
culo vibraba, Maribel tenia que hacer esfuerzos para no demostrar su placer.
Entonces la
mujer policía solto las esposas de los barrotes aunque no de sus muñecas, a
hizo retroceder y se puso ella de rodillas, de espaldas a los barrotes y
Maribel de pie, delante de ella. Vio como el hombre a quien ya no podía lamer
su polla se arrodillaba a su vez y a través de los barrotes empezaba a
desabrochar los pantalones de su jefa, los desabrochaba y los bajaba, asi como
unas bragas blancas que llevaba, y ella, se ponía a cuatro patas y tiraba sus
caderas hacia atrás, hasta que su culo quedo contra los barrotes, y entonces el
hombre dejo de masturbarse para penetrarla a ella, a su jefa, Maribel miraba
atónita, vio como él cogía su verga en su mano y empezaba a metérsela a su
jefa, y veía la cara de ella, una cara de placer total, los dos se movían, el
empujaba y ella aguantaba con fuerza pero aun asi con las embestidas salvajes
de él también se iba hacia adelante, ella gemia de placer, mirando a Maribel
mientras el hombre la follaba. Maribel seguía en pie, alucinada, y sin saber ni
como ni porque se sento en la cama, de cara a ellos y empezó a masturbarse, con
las manos esposadas ante los dos, un dedo frotaba su clítoris que ardia y otro
se metia en su sexo, nunca antes se había masturbado ante nadie y se preguntaba
que es lo que estaba haciendo pero solo obedecía a su cuerpo, no a su mente, se
masturbaba ante los dos , mientras ellos follaban mirándola. Los gemidos de
Maribel se habían unido a los de ellos ahora.
Maribel se
puso en pie, camino lentamente hasta la mujer que seguía aguantando las
embestidas, con sus manos esposadas abrió los labios de su sexo y le dijo a la
mujer – Ahora te lo vas a comer tu zorra – y la mujer lo hizo, empezó a devorar
su sexo, Maribel nunca había hablado asi a nadie ni en juegos sexuales, pero
ahora mismo estaba fuera de si, transformada, ida. Sentía la lengua de la
mujer, lamiendo su clítoris hinchado, sentía como la lengua buscaba penetrarla,
y la dejo hacer, que pretendiera penetrarla hasta que se dio la vuelta, se puso
de espaldas y agachándose le ofreció su culo para lamerlo y penetrarlo con su
lengua.
En la celda
el olor a sexo era abrumador, los gemidos inundaban la sala, los gemidos y los
chapoteos, de los tres, empapados.
Maribel se
acerco a los barrotes, se arrodillo, saco la verga del hombre del sexo de la
mujer y empezó a chuparla, como si la vida le fuera en ello, se la metia entera
en la boca y con su boca lo masturbaba y mientras empezó a meter uno de sus
dedos en el sexo de la mujer y otro dedo por el culo, la mujer siguió gimiendo,
excitada por el desenfreno de Maribel y el hombre miraba como su verga aparecia
y desaparecia en la boca de Maribel, su boca seca de terror hacia un rato se
encontraba ahora llena de sexo, con ese sabor salado y de placer, empezó a
pasar su lengua por su capullo, mirando al hombre a los ojos y eso a tenor de
sus jadeos le excitaba mas aun y eso provocaba que Maribel quisiera mas gemidos
aun y los conseguia, de los dos, de sus dos captores aunque ahora no se sabia
quien tenia el poder sino fuera por las esposas.
Maribel saco
sus dedos del culo y del sexo de la mujer, la empujo y se puso ella a cuatro
patas con su culo contra los barrotes y mirando por encima de su hombro al
policía le dijo – Ahora vas a follarme por el culo cabron! – y cogió a la
mujer, la estiro de las piernas , dejándola estirada en el suelo, le separo las
piernas y hundió su boca en su sexo ante la mirada de placer de la mujer. La mujer
paso una de sus manos bajo su cuerpo y sus dedos aparecieron entre sus piernas,
en su sexo y empezó a penetrarse ella misma mientras Maribel se volvia loca
oyendo los gemidos de placer que oia escapar de su boca mientras lamia y
chupaba su sexo, mientras el hombre pasaba su verga por entre las nalgas de Maribel,
a través de los barrotes, Maribel sentía como su culo se estremecía a cada
caricia que sentía de esa verga dura y mojada, sentía su ano empapado del flujo
de su polla, sentía como su propio flujo chorreaba desde su sexo hasta entre
sus muslos. El hombre cogió su polla entre sus manos, y Maribel noto como la
estaba colocando a espuertas de su culo, sintió como su capullo empezaba a
romper su culo, a través de los barrotes, y Maribel lejos de sentir dolor
estaba cada vez mas excitada, sentía como estaban desvirgando su culo, se sentía
como si la estuvieran violando, dentro de una celda, y su vez se sentía poderosa, con el sexo de
aquella mujer policía abierto para su boca. La polla de aquel hombre
desconocido fue abriéndose paso, en su culo, hasta que lentamente entro entera,
Maribel que estaba frotando con sus manos aun esposadas el clítoris de la mujer
mientras lamia su sexo dejo de hacerlo y empezó a frotar el suyo propio y a
follarse con sus dedos su sexo mientras aquel hombre se la follaba por el culo,
Maribel sentía el tacto frio de las esposas en su sexo caliente y húmedo, en la
celda se oian los gemidos de los tres y el tintineo de las esposas a cada
penetrada de su culo y de su sexo con sus dedos, el aire estaba inundado del
aroma a sudor y sexo de sus cuerpos, y aquello tenia que acabar, Maribel empujaba
con fuerza su cuerpo contra los barrotes, empujaba sus dedos con furia dentro
de su sexo, sentía con sus dedos la polla de aquel hombre dentro de su culo y a
cada embestida cada vez mas salvaje sus lamidas y chupadas en el sexo de
aquella mujer eran mas salvajes también, la mujer penetraba ahora también con
sus dedos su culo a la vez que su sexo mientras Maribel lo lamia con furia, los
tres casi gritaban de placer y de la excitación necesitaban correrse y los tres
buscaban eso ya. La mujer policía fue la primera en tocar el cielo, sus
espasmos y gemidos llenaron la sala ahogando los jadeos de Maribel y el hombre,
la cabeza de la mujer daba tumbos de lado a lado mientras un increíble orgasmo recorría
cada centímetro de su cuerpo y aun habiéndose corrido no saco el dedo de su
culo y apretaba la cabeza de Maribel contra su sexo y Maribel seguía lamiéndoselo,
el hombre dejo escapar un grito de su boca al sentir su leche saliendo de su
polla dentro del culo de Maribel y eso excito mas aun a Maribel que empezó a
moverse mas fuerte aun contra él para llenar su culo hasta con la ultima gota
de su corrida, la mujer policía se puso boca arriba y se coloco bajo el cuerpo
de Maribel y mientras el hombre seguía con su polla en su culo ella empezó a
lamer su coño mientras la mujer aun se acariaba, Maribel se moria de gusto, sentía
la polla aun dura en su culo y a la vez unos labios carnosos comiéndose su
sexo, siguió moviéndose hasta que no pudo mas, se corrió entre gritos y jadeos,
su cuerpo temblaba de placer, se dejo caer, sobre el cuerpo de la mujer, su
cara junto a su sexo, que olia a placer también y mientras la polla del hombre
fue saliendo de su culo la mujer siguió lamiendo lentamente su sexo, notaba la
corrida de su culo chorreando hasta su sexo y la boca de la mujer, les costaba
respirar a los tres. Maribel se puso al lado de la mujer, y beso sus mejíllas y
sus labios, llenos de la leche de aquel hombre mientras su polla aun estaba
entre los barrotes, y las dos, de nuevo, a la vez, empezaron a lamerla, aquella
polla de aquel hombre desconocido para Maribel hasta ese momento.
La mujer policía
le dio las llaves de las esposas, Maribel se deshizo de ellas, masajeando
suavemente sus muñecas, la mujer seguía en el suelo, lamiendo la polla del
hombre, tumbada boca arriba y la polla entre los barrotes mientras el seguía de
rodillas fuera de la celda. Maribel se puso en pie, se acerco a los barrotes y
con las esposas los esposo a los dos, juntos, a través de los barrotes, cogió la
porra de la mujer y les dijo – Muy bien, ahora veamos quien manda… --
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