miércoles, 12 de marzo de 2014

" viaje relampago "


Habia sido otro viaje relámpago, uno como tantos de los que hacia cada semana ida y vuelta a Madrid en un mismo dia. Cada semana tenia que ir a visitar al mejor cliente de su empresa ya que ellos lo habían pedido asi, no querían videoconferencias ni llamadas para los pedido importantes y por eso ella, Maribel tenia que ir una vez por semana a visitarlos.

Su vuelo acababa de llegar al aeropuerto de El Prat en Barcelona, eran las 9 de la noche, por lo menos había llegado puntual, ahora un taxi y para casa a cenar algo y a descansar.

Se disponía a salir de las zona de llegadas cuando una mujer policía uniformada le pidió muy amablemente que la acompañara, para unas preguntas de pura formalidad. Maribel la acompaño a regañadientes, estaba deseando llegar a casa y ahora llegaría mas tarde aunque solo fueran diez minutos de preguntas. Pasaron a un pequeño despacho, dejando tras la puerta a dos policías uniformados también al otro lado de la puerta. La mujer policía se presento, era la oficial al mando en esos momentos en el aeropuerto, y solo quería hacerle unas preguntas. Empezó a preguntarle por el motivo de su viaje, cual fue su destino, con quien se había reunido, preguntas sencillas pero que estaban empezando a molestar a Maribel todo y que las fue contestando todas procurando no evidenciar su creciente enfado. La cosa se puso peor cuando la agente le pidió a Maribel que vaciara el contenido de su bolso. Lo hizo, pero ya sin disimular su aumentado enfado, lo vacio todo y la agente lo fue comprobando todo. Tras haberlo revisado todo se hizo un silencio y Maribel le dijo a la agente, -- Puedo irme ya a mi casa?, estoy cansada y deseando llegar y quitarme estos zapatos que me están matando –

-- Todavía no, pase a la habitación de aquí al lado y desnudese, del todo –

-- como?, de eso nada, quiero que llamen a mi abogado y que nos digan que demonios es todo esto –

-- todo a su tiempo, primero obedezca, después llamaremos a quien usted quiera – contesto la agente de malas maneras, y se levanto de su silla indicando con un gesto a Maribel que la siguiera. Pasaron a otra habitación, Maribel seguía a la policía alucinada por lo que estaba ocurriendo, por el error que estaban cometiendo con ella, y pensaba en como los abogados de a empresa en la que trabajaba conseguirían que aquella policía acabara patrullando por las calles de cualquier pueblucho por lo que le estaba haciendo. Tras pasar Maribel la primera puerta la agente cerro con llave la sala y abrió con otra llave la puerta siguiente y al entrar Maribel se quedo muda, acababan de entrar en una peueña habitación en la que había una pequeña celda con barrotes. Pero nos hemos vueltos locos? Esto que es? Pensaba Maribel sin ser capaz de articular palabra.

-- Bien desnudese, ahora volveré para cachearla – le dijo antes de abandonar la habitación.

Maribel se quedo en silencio, el pánico se había apoderado de ella pero no pensaba dejar que las lagrimas que peleaban por salir de sus ojos se escaparan de ellos. Estaba obsevando la sala, parede blancas, ni una ventana, parecía insonorizada y la pequeña celda en uno de los lados, una celda de esas que solo había visto en las películas, con barrotes y una pequeña cama y un wáter, por lo menos estaba limpia, y olia a desinfectante, aunque ella no pensaba pasar un solo segundo en esa celda, se desnudaría, la cachearían en busca de algún tipo de droga y cuando descubrieran que todo había sido un error le pedirían mil excusas para que no pusiera una denuncia y como mucho en una hora mas de lo que habría sido normal estaría por fin en su casa. Por lo menos no había la típica ventana con espejo por el lado interno de la habitación como salía en los interrogatorios de la televisión, desde donde la pudieran espiar ya que se tenia que quitar la ropa y no había ningún lugar en la pequeña sala donde esconderse. Se empezó a desnudar y dejo la ropa cuidadosamente sobre la silla en la que había estado sentada minutos antes y se quedo solo en ropa interior. Se acaba de volver a calzar sus caros zapatos cuando se abrió la puerta sin previo aviso y volvió a entrar la mujer policía.

--- Me parece que no me ha escuchado, le he dicho que se desnudara del todo! –

Maribel obedeció y dejo sobre la silla su sujetador y su pequeño tanga a conjunto y se quedo de pie desafiante ante la mujer.

Ella la miro y mirándola tomo unos guantes de latex de un archivador que había junto a la mesa que hizo chasquear al ajustárselos en sus manos.

--- Esta bien, delante de la celda y separe brazos y piernas –

Maribel volvió a obedecer, se puso de espaldas a la agente, levanto sus brazos y los separo cogida a los barrotes de la celda y separo sus piernas con sus pies calzados en sus zapatos.

La mujer policía empezó a cachearla, primero palpando su pelo, toda su cabellera, para pasar después a su espalda, su estomago y bajo una de sus manos por su vientre hasta llegar al pubis de Maribel, que al notar su mano dio un pequeño respingo y prefirió volver su mirada al techo de la sala. La agente siguió palpando su pubis, Maribel notaba la mano de esa mujer en su sexo, entre los labios de su sexo, “ esto no es necesario pensaba Maribel “ mientras sentía esos dedos extraños pasando sobre su clítoris y entonces empezó a notar el tacto de un guante de latex amasando su culo mientras la otra mano no dejaba su pubis, sentía como le palpaba todo el culo hasta que noto como un dedo caliente penetraba lentamente su ano, se quería morir, se sentía violada, pero no solto una palabra y seguía mirando al techo mientras el dedo del pubis penetraba en ese momento también su sexo a la vez que el otro dedo penetraba su culo.

Por fin los dos dedos salieron de dentro de Maribel y la policía empezó a palpar sus piernas hasta llegar a sus pies, la descalzo y finalmente se separo de ella y le dijo – esta bien, ahora una radiografia, pongase tras ese panel transparente –

--- No es necesario, protesto Maribel, no llevo nada, se han vuelto locos? –

Y la mujer policía contesto – si si, eso dicen todos –

Maribel solo podía obedecer asi que lo hizo y en unos minutos le hizo dos radiografias.

--- Esta bien, ahora entre a la celda hasta que tengamos los resultados de estas placas, como mucho serán un par de horas solo –

--- Como? Grito enérgicamente Maribel, si se cree que voy a esperar aquí hasta que usted quiera esta usted muy equivocada, tengo derechos y usted los ha incumplido todos –

--- Diga lo que quiera pero esto no cambiara nada, entre en esa celda –

Maribel se dirigió a por la ropa de la silla y la agente le dijo – a donde se cree que va? Entre a la celda desnuda, ya! –

Maribel a punto de romper a llorar obedeció de nuevo y entro a la celda.

Detrás de ella le cerro la puerta con barrotes con llave, se sentía como un animal enjaulado, desnuda y encerrada.

Se sento en la pequeña cama y no quería ni mirar a la policía y entonces cayo a su lado una pequeña bata blanca que le lanzo la policía a través de los barrotes, -- póngasela sino quiere coger frio--, --muy considerado por su parte – dijo Maribel de malas maneras e irónicamente sin mirar si quiera a la cara a la policía y en ese momento oyo cerrarse la puerta de la sala de interrogatorio, estaba sola de nuevo.

Se puso en pie, y se vistió a bata, era como una bata de hospital, blanca y corta y se estiro de lado en la cama.

No sabia cuanto rato había pasado cuando un ruido la sobresalto, se había quedado traspuesta tumbada en el camastro de la celda. Abrió los ojos de golpe y vio en pie a la mujer policía, junto a los barrotes, llevaba una porra con la que había golpeado los barrotes para despertarla de golpe. Se puso en pie y se acerco a ella, -- Puedo salir ya? No se de que va todo esto –

--- Yo le dire cuando puede salir – contesto la agente. --- Digame, no tiene nada que contarnos? Nada que declarar de nada? –

--- Ya se lo he dicho, no se de que va todo esto, yo no he hecho nada, vengo de trabajar en Madrid donde he ido a una reunión pero no he hecho nada ilegal, se lo juro! – dijo Maribel.

La siguiente pregunta dejo a Maribel sin habla, -- Digame, le excita esta situación? A mi si, me gusta verla ahí indefensa, medio desnuda, usted que fuera de aquí se debe comer el mundo y ahora esta a mi merced –

--- Esta usted loca? Le aseguro que cuando salga de aquí acabare con su carrera, tendrá que irse usted a alguna republica bananera muy lejos de aquí! – dijo Maribel enrojecida.

--- Ah si? Vaya, que miedo. Pongase a cuatro patas y venga aquí!-, le dijo la agente mientras con la porra le indicaba donde tenia que ponerse.

Maribel no sabia que estaba pasando, y sin saber porque lo hizo, se puso de rodillas primero, a cuatro patas después y gateo hasta los barrotes donde estaba la mujer, se paro ante ella, mirándola desde abajo, no sabia si aquello era una pesadilla, era una locura, tal vez en unos minutos se despertaría y todo quedaría en eso, en un mal sueño. Miro a través de los barrotes, desde abajo, y vio como la mujer acercaba su porra a su cara, lentamente, cada vez mas cerca, hasta que llego a tocarla, toco su cabellera, toco con la porra su mejilla y lentamente acerco la punta de su porra hasta su boca, rozando sus labios, Maribel, sin saber que es lo que estaba haciendo empezó a lamer la punta de esa porra que tenia frente a su boca, no sabia que es lo que estaba haciendo, acaso se había vuelto loca ella también? O tal vez su subconsciente la hacia lamer esa porra para conseguir la benevolencia de su captora? No sabia que contestarse dentro de su cabeza. Lamia la porra, una y otra vez, y la mujer empezó a apretar la porra contra sus labios y Maribel entonces empezó a chuparla, empezó a chupar la porra como si fuera un falo con vida propia cuando oyo que a mujer le decía – Ya has contestado a mi pregunta, esto te excita tanto como  mi, sigue, sigue lamiendo y chupando esta porra como una perra! “. Cuando Maribel oyo eso dejo de chupar y lamer, se puso en pie y se sento en una esquina de la celda dándole la espalda a la mujer.

--- Esta bien, engáñese a si misma. Quitese la bata y démela –

Maribel estallo,-- Y una mierda, que coño es esto? Quiero hacer una llamada, la voy a hundir! –

La mujer policía sonrio y le dijo, -- Muy bien, haga lo que tenga que hacer pero deme esa bata –

Maribel se la arranco con rabia y se la lanzo a la cara pero los barrotes evitaron el golpe, sonriendo la mujer la recogió del suelo de la celda y salió de nuevo de la sala.

Maribel estaba rabiosa, iracunda, se puso a caminar a grandes pasos por la pequeña celda hasta que decidió sentarse antes de volverse loca. Quien era esa mujer? Que se pensaba que era ella? Pero en su fuero interno algo le preocupaba mas aun tal vez, tendría razón esa mujer cuando le dijo que ella también estaba excitada sintiéndose indefensa?, no, eso no era posible, o si?

Paso una media hora y se volvió a abrir la puerta y la misma visita que con anterioridad, la mujer policía.

Entro a la sala, movio sus manos tras su cinturón del uniforme y saco unas esposas, las tiro al suelo de la celda y le dijo a Maribel, -- póngaselas –

--- Que?, porque? No he hecho nada? Acaso se cree que soy peligrosa? Cree que me voy a escapar desnuda en medio de un aeropuerto? –

--- Cualquier precaucion es poca – dijo sonriendo de nuevo la mujer, -- Pongaselas –

Maribel estaba tan desesperada que cogió las esposas y se las puso y las cerro y levantando los brazos le dijo, -- Le parece bien asi? O prefiere ponerme también unas cadenas?

--- No será necesario – y mientras decía eso cogió a través de los barrotes las esposas y las ato a uno de los barrotes.

--- Pero que hace? –

La mujer abrió entonces la puerta de la celda y entro. Maribel estaba esposada, a uno de los barrotes y desnuda completamente.

--- Creo que debería volver a cachearla –

Se puso detrás de Maribel, y esta vez no llevaba guantes de latex para hacer inspecciones.

--- Pero que hace? Se ha vuelto loca? –

Pero la mujer no contestaba, estaba detrás de ella, y empezó a acaricarle el pelo primero, y después empezó a acariciarle el cuello. Entonces le puso la porra de nuevo, cerca de su mejilla, y empezó a acaricarla con ella, la mejilla primero y después fue acercándola a su boca de nuevo, y le dijo, -- chupala –

--- No! – dijo Maribel

--- Te he dicho que la chupes! –

Y Maribel empezó a lamerla, y a chuparla.

La policía entonces le retiro la porra de su boca, y empezó a recorrer con ella su espalda, Maribel notaba la porra mojada en su saliva como paseaba por su espalda y como iba bajando lentamente por su cuerpo, llego hasta su cintura y siguió bajando, recorrió sus nalgas y paso entre sus nalgas, la notaba resbalando entre ellas y no se detenia, siguió bajando hasta que Maribel noto como tenia la porra de esa mujer justo a las puertas de su sexo, entre sus piernas, desde atrás, y noto como ejercía presión con ella en su sexo, y sintió como la punta de la porra la penetraba, lentamente, sentía como iba entrando poco a poco, sentía como su cuerpo se iba adaptando, como su sexo y su interior iba envolviendo ese objeto que entraba lentamente, Maribel tenia sentimientos encontrados, por una parte si se hubiera podido liberar de sus esposas se habría abalanzado a golpear a su captora y por otra parte y aunque su fuero interno e decía que era una locura sabia que estaba sintiendo placer y eso le horrorizaba.

Maribel estaba de espaldas a la puerta de la sala, seguía esposada a los barrotes, oyo cerrarse la puerta.

--- Vaya vaya… ---

Maribel volvió su cara hacia la puerta, y allí había uno de los subordinados de la mujer policía que aun tenia detrás de si penetrando su sexo con su porra.

--- Veo que se divierte usted sola jefa y que no nos avisa –

Ese comentario hizo temblar a Maribel, no podía contar con que ese hombre la ayudara.

La mujer seguía detrás de ella, penetrándola lentamente, Maribel sentía su sexo palpitando, sentía como estaba de mojada, y eso le hacia rabiar, ni podía ni quería admitir que aquella mujer le estuviera proporcionando placer.

Maribel miraba hacia el hombre, que seguía en la puerta, a unos pasos de la celda y horrorizada vio como se frotaba la mano contra la entrepierna del pantalón y pudo ver la prominente erección que se escondia debajo, sintió miedo y asco para pasar a sentir pánico y asombro, si es que podía haber algo que aun la asombrara en esa pesadilla, el policía empezó a desabrochar su pantalón, y Maribel vio el bóxer blanco que llevaba debajo, estaba mojado, de la excitación de ver a su superior forzándola a ellacon la porra, pero no se detuvo ahí, metió su mano en el bóxer y saco todo su miembro de dentro, y empezó a masturbarse mientras las miraba a las dos. Maribel sintió que le fallaban las fuerzas, sus piernas se doblaron y acabo de rodillas contra los barrotes, su captora no sentía piedad por ella, y seguía penetrándola con la porra, ahora de rodillas también, detrás de ella, y sentía como mientras la penetraba acariciaba sus pechos y pellizcaba sus pezones, proporcionando un dolor a Maribel que aunque ella se negaba a aceptar le era placentero a su cuerpo. Mientras el hombre se había acercado a la celda, apenas a unos centímetros de los barrotes, y seguía masturbándose, hasta que finalmente metió su mano y su miembro entre los barrotes, gotas de su sexo duro y húmedo caian dentro, en el suelo de la celda, y Maribel sin saber porque empezó a lamer el capullo del policía mientras el lo tenia en su mano y seguía masturbándose, nadie le había ordenado que lo hiciera en cambio ahí estaba ella, lamiendo la polla de un policía que se masturbaba mientras la superiora de este la penetraba con una porra.

--- Asi me gusta, buena chica… --- dijo la mujer.

El policía gemia de gusto mientras se hacia una paja y Maribel lamia su capullo.

De repente Maribel noto algo calido en su ano, se volvió y vio a la mujer separándole con sus manos su nalgas, abriéndoselas, y estaba lamiendo su culo, sentía como su culo vibraba, Maribel tenia que hacer esfuerzos para no demostrar su placer.

Entonces la mujer policía solto las esposas de los barrotes aunque no de sus muñecas, a hizo retroceder y se puso ella de rodillas, de espaldas a los barrotes y Maribel de pie, delante de ella. Vio como el hombre a quien ya no podía lamer su polla se arrodillaba a su vez y a través de los barrotes empezaba a desabrochar los pantalones de su jefa, los desabrochaba y los bajaba, asi como unas bragas blancas que llevaba, y ella, se ponía a cuatro patas y tiraba sus caderas hacia atrás, hasta que su culo quedo contra los barrotes, y entonces el hombre dejo de masturbarse para penetrarla a ella, a su jefa, Maribel miraba atónita, vio como él cogía su verga en su mano y empezaba a metérsela a su jefa, y veía la cara de ella, una cara de placer total, los dos se movían, el empujaba y ella aguantaba con fuerza pero aun asi con las embestidas salvajes de él también se iba hacia adelante, ella gemia de placer, mirando a Maribel mientras el hombre la follaba. Maribel seguía en pie, alucinada, y sin saber ni como ni porque se sento en la cama, de cara a ellos y empezó a masturbarse, con las manos esposadas ante los dos, un dedo frotaba su clítoris que ardia y otro se metia en su sexo, nunca antes se había masturbado ante nadie y se preguntaba que es lo que estaba haciendo pero solo obedecía a su cuerpo, no a su mente, se masturbaba ante los dos , mientras ellos follaban mirándola. Los gemidos de Maribel se habían unido a los de ellos ahora.

Maribel se puso en pie, camino lentamente hasta la mujer que seguía aguantando las embestidas, con sus manos esposadas abrió los labios de su sexo y le dijo a la mujer – Ahora te lo vas a comer tu zorra – y la mujer lo hizo, empezó a devorar su sexo, Maribel nunca había hablado asi a nadie ni en juegos sexuales, pero ahora mismo estaba fuera de si, transformada, ida. Sentía la lengua de la mujer, lamiendo su clítoris hinchado, sentía como la lengua buscaba penetrarla, y la dejo hacer, que pretendiera penetrarla hasta que se dio la vuelta, se puso de espaldas y agachándose le ofreció su culo para lamerlo y penetrarlo con su lengua.

En la celda el olor a sexo era abrumador, los gemidos inundaban la sala, los gemidos y los chapoteos, de los tres, empapados.

Maribel se acerco a los barrotes, se arrodillo, saco la verga del hombre del sexo de la mujer y empezó a chuparla, como si la vida le fuera en ello, se la metia entera en la boca y con su boca lo masturbaba y mientras empezó a meter uno de sus dedos en el sexo de la mujer y otro dedo por el culo, la mujer siguió gimiendo, excitada por el desenfreno de Maribel y el hombre miraba como su verga aparecia y desaparecia en la boca de Maribel, su boca seca de terror hacia un rato se encontraba ahora llena de sexo, con ese sabor salado y de placer, empezó a pasar su lengua por su capullo, mirando al hombre a los ojos y eso a tenor de sus jadeos le excitaba mas aun y eso provocaba que Maribel quisiera mas gemidos aun y los conseguia, de los dos, de sus dos captores aunque ahora no se sabia quien tenia el poder sino fuera por las esposas.

Maribel saco sus dedos del culo y del sexo de la mujer, la empujo y se puso ella a cuatro patas con su culo contra los barrotes y mirando por encima de su hombro al policía le dijo – Ahora vas a follarme por el culo cabron! – y cogió a la mujer, la estiro de las piernas , dejándola estirada en el suelo, le separo las piernas y hundió su boca en su sexo ante la mirada de placer de la mujer. La mujer paso una de sus manos bajo su cuerpo y sus dedos aparecieron entre sus piernas, en su sexo y empezó a penetrarse ella misma mientras Maribel se volvia loca oyendo los gemidos de placer que oia escapar de su boca mientras lamia y chupaba su sexo, mientras el hombre pasaba su verga por entre las nalgas de Maribel, a través de los barrotes, Maribel sentía como su culo se estremecía a cada caricia que sentía de esa verga dura y mojada, sentía su ano empapado del flujo de su polla, sentía como su propio flujo chorreaba desde su sexo hasta entre sus muslos. El hombre cogió su polla entre sus manos, y Maribel noto como la estaba colocando a espuertas de su culo, sintió como su capullo empezaba a romper su culo, a través de los barrotes, y Maribel lejos de sentir dolor estaba cada vez mas excitada, sentía como estaban desvirgando su culo, se sentía como si la estuvieran violando, dentro de una celda, y  su vez se sentía poderosa, con el sexo de aquella mujer policía abierto para su boca. La polla de aquel hombre desconocido fue abriéndose paso, en su culo, hasta que lentamente entro entera, Maribel que estaba frotando con sus manos aun esposadas el clítoris de la mujer mientras lamia su sexo dejo de hacerlo y empezó a frotar el suyo propio y a follarse con sus dedos su sexo mientras aquel hombre se la follaba por el culo, Maribel sentía el tacto frio de las esposas en su sexo caliente y húmedo, en la celda se oian los gemidos de los tres y el tintineo de las esposas a cada penetrada de su culo y de su sexo con sus dedos, el aire estaba inundado del aroma a sudor y sexo de sus cuerpos, y aquello tenia que acabar, Maribel empujaba con fuerza su cuerpo contra los barrotes, empujaba sus dedos con furia dentro de su sexo, sentía con sus dedos la polla de aquel hombre dentro de su culo y a cada embestida cada vez mas salvaje sus lamidas y chupadas en el sexo de aquella mujer eran mas salvajes también, la mujer penetraba ahora también con sus dedos su culo a la vez que su sexo mientras Maribel lo lamia con furia, los tres casi gritaban de placer y de la excitación necesitaban correrse y los tres buscaban eso ya. La mujer policía fue la primera en tocar el cielo, sus espasmos y gemidos llenaron la sala ahogando los jadeos de Maribel y el hombre, la cabeza de la mujer daba tumbos de lado a lado mientras un increíble orgasmo recorría cada centímetro de su cuerpo y aun habiéndose corrido no saco el dedo de su culo y apretaba la cabeza de Maribel contra su sexo y Maribel seguía lamiéndoselo, el hombre dejo escapar un grito de su boca al sentir su leche saliendo de su polla dentro del culo de Maribel y eso excito mas aun a Maribel que empezó a moverse mas fuerte aun contra él para llenar su culo hasta con la ultima gota de su corrida, la mujer policía se puso boca arriba y se coloco bajo el cuerpo de Maribel y mientras el hombre seguía con su polla en su culo ella empezó a lamer su coño mientras la mujer aun se acariaba, Maribel se moria de gusto, sentía la polla aun dura en su culo y a la vez unos labios carnosos comiéndose su sexo, siguió moviéndose hasta que no pudo mas, se corrió entre gritos y jadeos, su cuerpo temblaba de placer, se dejo caer, sobre el cuerpo de la mujer, su cara junto a su sexo, que olia a placer también y mientras la polla del hombre fue saliendo de su culo la mujer siguió lamiendo lentamente su sexo, notaba la corrida de su culo chorreando hasta su sexo y la boca de la mujer, les costaba respirar a los tres. Maribel se puso al lado de la mujer, y beso sus mejíllas y sus labios, llenos de la leche de aquel hombre mientras su polla aun estaba entre los barrotes, y las dos, de nuevo, a la vez, empezaron a lamerla, aquella polla de aquel hombre desconocido para Maribel hasta ese momento.

La mujer policía le dio las llaves de las esposas, Maribel se deshizo de ellas, masajeando suavemente sus muñecas, la mujer seguía en el suelo, lamiendo la polla del hombre, tumbada boca arriba y la polla entre los barrotes mientras el seguía de rodillas fuera de la celda. Maribel se puso en pie, se acerco a los barrotes y con las esposas los esposo a los dos, juntos, a través de los barrotes, cogió la porra de la mujer y les dijo – Muy bien, ahora veamos quien manda… --




 

             

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