martes, 21 de enero de 2014

" escapada "


Silvia se habia tomado unos días de descanso de su trabajo en la clínica de la capital. Decidió hacer una visita a la costa, un hotel de 4 estrellas es lo que necesitaba para recuperarse de unos meses estresantes. Estaban en febrero y fuera de temporada por lo que no tuvo ningún problema para hacer la reserva, además, iba sola y aunque tampoco era muy exigente encontró un hotel de categoría y a un muy buen precio ya que aunque tenia un buen sueldo de doctora no acostumbraba a malgastar el dinero.

Cogió el avión temprano y cuando su vuelo aterrizo desde allí tomo un taxi que tardo una hora en recorrer los kilómetros que separaban el aeropuerto del hotel.

Paso por recepción para recoger la tarjeta de la habitación y se dirigió a ella a deshacer su pequeña trolley samsonite y su mochila que la acompañaba desde hacia muchos años en todos sus viajes.

En ocasiones viajaba con amigas o incluso algún novio que había tenido pero también le gustaba viajar sola ya que asi podía hacer y deshacer a su aire.

Deshizo la maleta y lo coloco todo en su sitio, Silvia es asi, organizada este donde este. Y abrió la puerta de la terraza de su habitación, siempre que podía elegia una habitación con terraza, fuera la época del año que fuera, le daba mas sensación de libertad. Salió a la terraza, ya casi era mediodía, había elegido algún lugar en la costa del sol por esto, por las temperaturas y el clima, había salido de la capital lloviendo y ahora estaba en cambio a algo mas de 20 grados, febrero y una temperatura fantástica, eso es lo que ella buscaba, olvidarse por unos días de jerseys y abrigos y paraguas, y cambiarlo por ropa mas fina y veraniega. Se asomo y vio la piscina abajo, estaba vacia, de hecho parecía que el hotel también estuviera casi vacio, solo había visto a algunas personas hasta llegar a su habiatacion y  mayoría de ellas eran extranjeros. Eso le gustaba, odiaba las aglomeraciones. Entro a la habitación y se preparo para ir a la piscina, sabia que en la azotea del hotel había otra piscina, que no tenia servicio de bar asi que la poca gente que hubiera en el hotel seguro que iban a la piscina de la planta baja, cogió un botellín de agua del mueble bar y saco también de su bolso el libro que estaba leyendo en estos momentos y su mp4, lo dejo todo preparado junto a una toalla y se desnudo, dejo su ropa sobre la silla, y desnuda fue al armario, para elegir el bikini, desnuda frente al armario y junto a un espejo que reflejaba su esbelto cuerpo se decidió por un bikini blanco, se lo puso y se puso sobre el un fino vestido blanco ibizenco, salió de la habitación y fue hacia el ascensor. Subió a la azotea, abrió una puerta que estaba cerrada suponiendo que allí estaría la piscina y asi era, una piscina para ella sola, como había imaginado no había nadie. Eligio una hamaca, la coloco de cara al sol y estiro su toalla sobre ella, se quito el vestido y se sento a leer. Estaba en la gloria, silencio, su libro y el sol. Dejo de leer para ponerse un poco de crema con spray para no quema su piel y siguió leyendo, estaba leyendo “ Diario de una ninfómana” y le gustaba, solia leer un poco de todo pero en esta ocasión ese era su libro de cabecera, y con el que había tenido algunas noches solitarias humedas, rememorando algunos capítulos y entremezclándolos con recuerdos propios. Se puso el mp4 y se estiro en la hamaca boca abajo, música clásica, la relajaba, se deshizo el nudo del sujetador de su bikini y se quedo tumbada asi, recordando el ultimo capitulo que acababa de leer, había conseguido excitarla. Estaba entre la realidad y el sueño del capitulo cuando se incorporo en la hamaca y se sento a dar un sorbo de agua de su botellín. Dejo su mp4 en el suelo y entonces oyo, -- Buenos días – miro y vio a un hombre, sentado en una hamaca, al otro lado de la piscina frente a ella, Silvia se dio cuenta de que iba sin el sujetador pero era demasiado tarde, si ahora se cubria los pechos quedaría como una mojigata, y aunque no era una cuaquiera tampoco era una cria que se avergonzara por cualquier cosa. – buenos días – contesto Silvia con educación, y se puso de nuevo a leer. Por encima de sus gafas de sol veía al hombre, frente a ella, y parecía que él la estuviera mirando asi que decidió centrarse en su lectura para no ponerse nerviosa aunque tal vez el remedio fue peor que la enfermedad, estaba leyendo un capitulo en el que una chica tenia un encuentro sexual con un desconocido misterioso, tal vez alguien como el vecino de hamaca en la piscina. Se sentía observada, el libro tapaba sus pechos pero él seguía mirando en su dirección, Silvia no sabia porque pero la situación la excitaba, no sabia si era por el libro, por el morbo de sentirse observada o por las noches que hacia que dormía sola y sin saber como ni porque abrió sus piernas y las dejo colgando a los lados de la hamaca. Si su vecino de piscina la estaba mirando en estos momentos la veía abierta de piernas sobre la hamaca. Dejo el libro, mostraba sus pechos ahora, y cogió el botellín de nuevo, bebió y un poco de agua cayo de su boca, por su cuello, por su vientre, haciéndola estremecer a pasar por su piel caliente, y llego hasta su sexo sobre su bikini, se mojo su bikini blanco aunque por dentro hacia rato que ya estaba mojado. Mientras bebía miraba al hombre, y lo que vio casi le hace derramar toda el agua, él mientras seguía pareciendo que la estaba mirando ahora abierta de piernas pasaba su mano sobre su sexo sobre el bañador, sin ningún disimulo, o era Silvia quien se estaba volviendo loca o estaba soñando? No, él se estaba acariciando suavemete, Silvia estaba segura de ello.  Silvia no sabia que le pasaba,estaba casi mareada,  quízas había desayunado poco? No. Quizás hacia demasiado calor? No. Mas bien era ella la que estaba caliente. Se levanto de su hamaca, sin hacer nada por cubrir sus pechos, necesitaba aire. Se puso en pie y camino hacia el muro de piedra que hacia de baranda de la terraza. Se apoyo y tomo una gran bocanada de aire de mar, abajo estaba la piscina, solo había dos personas aunque Silvia dudo de que ninguna de las dos tuviera tanto calor como tenia ella o tal vez mejor dicho que ninguna de las dos personas de allí abajo estaba tan caliente como lo estaba ella.

Inclinada sobre el muro de repente unas manos poderosas le bajan las bragas blancas de su bikini, Silvia no sabe porque pero no sale huyendo y gritando, tal vez si que lo sabe, porque estaba deseando eso, y por eso solo se vuelve y mira tras ella, él esta arrodillado, detrás de ella, ella con las bragas blancas bajadas por las rodilas donde él las ha dejado, y sus manos cogen las nalgas de Silvia y las separa, Silvia mira, y lo ve, lo ve a él, arrodillado, detrás de su culo, y como separa sus nalgas, como las abre y mete su cara entre ellas, lo veía, hundiendo su cara entre sus nalgas, y lo sentía, sentía su lengua lamiendo su culo, sentía su lengua entrando en su culo, Silvia sentía su sexo empapado, notaba como estaba de mojada, y deseaba que él la hiciera suya, que la tomara, que la tomara de todas las formas que él deseara, lo ansiaba. Silvia ponía su culo en pompa, para ofrecérselo a él, para que él lo saboreara y ella lo disfrutara, la situación la volvia loca, estaba en la azotea de un hotel al que había llegado apenas hacia un par de horas y un desconocido le estaba comiendo el culo, devorandesolo y ella disfrutándolo.  Él le quito las bragas y Silvia subió una pierna sobre el muro, ofreciendo a los ojos de él su sexo rasurado empapado, y él lo tomo, lo tomo sin dejar de trabajar su culo, empezó a lamer su sexo desde atrás y metiendo un dedo en su culo, Silvia se sentía extasiada, se sentía salvaje, se sentía sucia, deseaba que él le hiciera de todo, todo lo que quisiera, nunca se había sentido asi, sentía la lengua que penetraba su sexo y el dedo que penetraba su culo y Silvia se movia, se movia para que se clavara todo mas en ella, en su sexo, en su culo, estaba tan caliente que se descubrió pellizcándose sus pezones, desesperada de placer, y eso le hizo querer mas, lamio sus dedos y empezó a frotar su clítoris con fuerza, sentía en la yema de sus dedos el calor de su clítoris y la lengua humeda de él rozandolos mientras se la metia en su sexo. Silvia se metió un dedo dentro de su sexo, sintió como tocaba la lengua de él, pero él dejo de lamer, se puso en pie y metió un dedo en su sexo también, un dedo de cada uno de los dos estaba en su coñito y ella se volvia loca y mientras el otro dedo de él seguía en su culo, abriéndose paso y moviéndose, notaba como los dos dedos juntos en su coñito chocaban contra el dedo del culo dentro de ella, y eso la volvia loca, la excitaba mas aun. El estaba en pie, detrás de ella, sentía su respiración en su cuello y Silvia se volvió, ofreciéndole su lengua, las lenguas de ambos se lamian, humedas y muy calientes. Silvia dejo de tocarse, ahora era él quien la tocaba, él solo, y ella era toda suya, sentía las manos que recorrían su cuerpo, como tomaba sus pechos, apretando sus pezones entre sus dedos, sentía sus manos llegar a su sexo y abrirlo y acariciarlo, acariciarlo y frotarlo, frotarlo y penetrarlo con sus dedos, todo ella de espaldas a él, sintiendo su verga dura pegada a su cuerpo y mojándola de su flujo, no sabia cuando se había despojado de su bañador pero si notaba como estaba de duro y todo ello  casi asomados en la terraza del atico. Silvia noto entonces como él la penetraba, noto como su verga encontró el camino de su sexo, la sintió resbalar por su culo hasta entrar en su coñito empapado, la sintió entrar hasta sus entrañas y más profundo aun, sentía como él apretaba mas pretendiendo entrar mas profundo aun, sentía casi dolor, pero ese dolor le provocaba mas placer y entonces el empezó a entrar y salir de ella, lentamente, torturándola placenteramente cada vez que entraba y salía, Silvia gemia de placer, estaba desatada, y quería mas, estaba entregada, se sentía usada y eso la excitaba mas aun, aunque tal vez era ella quien estaba usando a alguien, dejándose hacer. El seguía penetrándola, una y otra vez, una y otra vez, a cada embestida un gemido mayor de Silvia, sentía que se iba a correr pero aun asi querria mas, mientras sentía como era follada por un desconocido volvió a frotar su clítoris y él amasaba sus pechos provocando en sus pezones un dolor placentero, Silvia gritaba, pidiendo más y más y con un ultimo grito y estertor de su cuerpo se corrió, se corrió con la polla de él dentro de su sexo, y él aun después de haberse corrido ella aun seguía embistiendo, y ella, Silvia, aun habiéndose corrido seguía sintiendo placer en cada terminación nerviosa de su cuerpo.

Silvia se volvió, sacando la verga de dentro de ella, lo miro a los ojos, lo beso y se arrodillo, se arrodillo ante aquel desconocido que en ese momento era su dios, un dios solo para ella, su dios del placer. Se arrodillo y tomo su polla en su mano, era grande, estaba chorreando, y rasurada como su coñito, la tomo y la miro, la movio y la hizo brotar de flujo, lo hizo y lo miro a él a los ojos, lo miro a los ojos y con su polla en su mano y mirándolo acerco su boca a su capullo, lo lamio, lo lamio lentamente, saboreando, saboreando su fujo y saboreando ese instante mágico, él la miraba, y eso a Silvia aun la excitaba mas, la hacia sentirse como una puta, como una puta experta provocando y provocando placer. Silvia se la metió entera en la boca, toda entera, y dentro de su boca movia su lengua jugando con la verga en su boca, empezó a lamerla, por fuera, recorriéndola toda, llenando su boca con el flujo que chorreaba de la polla de él, degustándola como una gourmet sexual, Silvia empezó a masturbarlo, con su mano, mientras lo miraba a él a los ojos, provocándolo, y eso adoraba esa sensación, de sentirse poderosa , y él la miraba mientras lo hacia, le estaba haciendo una paja, a un desconocido, mientras lamia la punta de su polla, que se llenaba de gotas de su flujo por momentos, Silvia movia su mano, en momentos lentamente y en momentos con velocidad y fuerza, adoraba ver la reacción en él a cada cambio suyo. Entonces Silvia tomo all desconocido posando sus manos en las caderas de él y metiendo su polla entera en su boca y masturbándolo con su boca, le hacia una paja con su boca y después mientras lo hacia con una mano apretaba sus testículos, los amasaba, apretaba sus huevos provocándole dolor que ella sentía como placer y con un dedo mojado en la saliva y el flujo de su polla penetro su culo, Silvia se sentía poderosa, caliente, loca, chupando la polla de alguien que no conocía, penetrando su culo a la vez, se sentía ahora ella la diosa del placer.

Silvia dejo de chupar y penetrar su culo, se puso en pie, apoyo sus pechos en la baranda de piedra dándole la espalda a él y dejando su corrida a medias, lo miro sobre su hombro, y mientras ella misma separaba sus nalgas con sus manos abriendo su culo le dijo, --- follame por el culo!!! , quiero que me folles por el culo!!! --- Silvia se había masturbado muchas veces a solas en casa en su casa fantaseando que un desconocido se la follaba por el culo, y ahora era eso lo que mas deseaba, él se acerco, separo aun mas sus piernas con sus pies mientras Silvia seguía aguantando sus nalgas, Silvia hubiera dado lo que fuera por ver esa imagen, su propio culo abierto y empapado a punto de ser follado por la verga de un desconocido, él puso la punta de su polla tocando su culo, y suavemente empezó a empujar. Silvia apretó fuerte, quería sentir aquella polla entera en su culo, quería sentirse sucia, casi violada, casi forzada y el la empalo, clavo toda su polla en su culo y empezó a moverse, a entrar y salir de su culo, Silvia sentía su culo roto y eso le daba mas placer aun, y decidió masturbarse, correrse de nuevo, hacerse una paja mientras él desconocido se follaba su culo, mientras la usaban, como la puta que ella fantaseaba en ocasiones ser. Silvia oia los gemidos de los dos, oia las respiraciones de los dos, oia los jadeos, no podían mas, y los dos se emplearon a fondo, no pararon de moverse, él su polla en el culo de ella, Silvia moviendo su culo contra la polla del desconocido y sin dejar de mover sus dedos, unos dentro de su coñito y otros en su clítoris, se entregaron hasta el final, y llego ese final, entre gemidos y casi aullidos los dos se corrieron, a la vez, el se corrió, dentro de su culo, y Silvia siguió moviéndose, quería dejarlo seco, y cuando él saco su polla de su culo sintió el placer de notar su leche, su regalo, chorreando de dentro de su culo.

Silvia se volvió, se besaron, y él dio media vuelta se fue hacia el otro lado de la piscina mientras Silvia lo seguía con la mirada, lo vio meterse bajo el chorro de la ducha, llegar a su hamaca, ponerse el bañador y desaparecer por la puerta de la piscina.

Silvia se sentía bien, no tenia ningún sentimiento de culpabilidad, se ducho también, se vistió y bajo a la habitación. Se ducho de nuevo en su habitación, se puso un vestido comodo y fresco y bajo al restaurante, pidió una mesa en el jardín, y cuando se la prepararon pidió lo que había decidido ya sin haber pedido la carta, después de su encuentro sexual decidió celebrarlo con una botella de vino blanco que pidió también. El camarero le trajo la botella y cuando le iba a servir la copa ella se dio cuenta de que no era la que ella había pedido y se lo dijo al camarero a lo que este contesto --- es una recomendación dell director del hotel – dijo señalando a alguien , Silvia se volvió y descubrió a su vecino de hamaca, había estado hacia poco mas de una hora con el director del hotel.

El desconocido, ya algo conocido, se acerco, se presento, y le pidió permiso para sentarse, Silvia acepto. Estuvieron hablando hasta que llego la comida pedida, momento en que él se despidió, y se alejo, llevaba apenas unos meses allí él, vivía solo y le pregunto a Silvia si podrían verse en algún momento a lo que Silvia contesto, --- supongo que el director del hotel tendrá todas las llaves de las habitaciones, no? – sonriendo, y él se alejo sonriendo.

Mientras degustaba la comida Silvia pensó, estos vacaciones prometen….
 
 
 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario